¿Qué es Plasma Rico en Plaquetas y Lisado Plaquetario?

¿Qué es plasma rico en plaquetas?
Plasma rico en plaquetas (PRP) es una sustancia derivada de la sangre que se usa en tratamientos médicos para ayudar a la recuperación de tejidos y la curación de lesiones. Para obtener PRP, se toma una pequeña cantidad de sangre de la persona, y con un proceso realizado con equipos especializados y áreas controladas para el procesamiento, se separan las plaquetas del resto de los componentes de la sangre. Las plaquetas son fragmentos celulares que ayudan a la coagulación y a la reparación de tejidos al liberar proteínas y factores de crecimiento.
Luego, el concentrado enriquecido en plaquetas se inyecta en la zona lesionada o que se desea tratar. La idea es que esas plaquetas extras aceleren el proceso de curación natural del cuerpo. Es un tratamiento que se usa en algunas lesiones musculares, tendinosas, y también en áreas estéticas, como la piel o el cuero cabelludo, para fomentar la regeneración celular y mejorar la calidad del tejido tratado.

¿Qué es lisado plaquetario?
El plasma rico en plaquetas (PRP) convertido en factores de crecimiento es una versión más avanzada de PRP. En lugar de inyectarse el PRP directamente, se procesan las plaquetas de manera que liberen solo los “factores de crecimiento,” que son proteínas específicas que ayudan al cuerpo a reparar y regenerar tejidos.
Los factores de crecimiento actúan como “mensajeros” que le indican a las células del cuerpo que deben trabajar en la curación o en la producción de nuevo tejido. Así, al separar estos factores y aplicarlos directamente en la zona que se desea tratar, se potencia aún más la capacidad del cuerpo para sanar y regenerar áreas específicas, como músculos, tendones o la piel. El seguimiento a pacientes muestra que el lisado plaquetario actúan más rápido que el PRP para controlar el dolor y la inflamación en algunos casos de dolor articular.
Indicaciones para usar plasma rico en plaquetas
Las indicaciones para el uso de plasma rico en plaquetas (PRP) están relacionadas con su capacidad para ayudar en la recuperación y regeneración de tejidos del cuerpo. Algunas de las principales indicaciones o usos son:

Lesiones deportivas
El PRP se usa para tratar problemas en músculos, tendones y ligamentos, como desgarros o esguinces, porque puede acelerar el proceso de sanación y reducir el tiempo de recuperación.

Dolores articulares y problemas de artritis
En algunas personas, el PRP ayuda a reducir el dolor y mejorar la movilidad en articulaciones afectadas, como rodillas, codos o caderas.

Cuidado de la piel y estética
Rejuvenece la piel, ya que ayuda a estimular la producción de colágeno, mejorando la textura, firmeza y apariencia de la piel. Se puede aplicar en el cuero cabelludo para fortalecer y mejorar el crecimiento del cabello.

Cicatrización
Mejora la cicatrización en heridas o después de cirugías, reduciendo el riesgo de complicaciones y mejorando el aspecto final de la piel. En general, el PRP es una opción para personas que buscan acelerar el proceso de curación de su propio cuerpo, .
Contraindicaciones para el uso de plasma rico en plaquetas
Las contraindicaciones del plasma rico en plaquetas (PRP) son situaciones o condiciones en las que no se recomienda este tratamiento porque podría no ser seguro o efectivo. Algunas de las principales contraindicaciones son:

Infecciones o inflamaciones activas: Si una persona tiene una infección en el área donde se aplicaría el PRP, el tratamiento podría empeorar la infección, así que se recomienda esperar hasta que la infección haya sanado.

Problemas de coagulación: Las personas con trastornos que afectan la coagulación de la sangre o que toman ciertos anticoagulantes (medicamentos para evitar coágulos) pueden tener un mayor riesgo de sangrado durante el tratamiento, por lo que no se recomienda el PRP en estos casos.

Cáncer: En personas con cáncer, especialmente de la sangre o en la zona a tratar, el PRP no se recomienda, ya que los factores de crecimiento podrían, en teoría, estimular también el crecimiento de células cancerosas.

Embarazo o lactancia: Aunque no hay suficiente evidencia de que sea peligroso, en general se prefiere evitar este tipo de tratamientos durante el embarazo o la lactancia para no asumir riesgos innecesarios.

Enfermedades autoinmunes o sistémicas graves: Personas con enfermedades que afectan el sistema inmunológico o con condiciones crónicas graves pueden no responder bien al PRP, o el tratamiento podría activar síntomas indeseados.
En resumen, el PRP es seguro para muchas personas, pero en casos donde haya problemas de coagulación, infecciones, cáncer o ciertas enfermedades, es mejor evitarlo o consultar a un especialista antes de decidir usarlo.