La detección por IFI de Anticuerpos antinucleares ANA es una valiosa herramienta para iniciar el estudio de pacientes con signos y síntomas sugestivos de enfermedades autoinmunes del tejido conectivo (ETC)
No solo las enfermedades del tejido conectivo positivizan los ANA, también pueden hacerlo otras patologías como la Cirrosis biliar Primaria (CBP), Hepatitis autoinmune y la Tiroiditis de Hashi-moto entre otras.
Si hablamos de falsos positivos, posiblemente los encontremos bajo otras circunstancias como procesos neoplásicos, infecciones, pacientes en primer grado de consanguinidad con enfermedades autoinmunes e ingesta de algunos medicamentos.
La sensibilidad de la inmunofluorescencia indirecta (IFI) para la detección de anticuerpos antinucleares puede variar dependiendo del tipo de enfermedad autoinmune que se esté evaluando, la población estudiada y la metodología del laboratorio.
La especificidad de la IFI para la detección de ANAs suele ser baja, pues un resultado positivo no siempre está asociado exclusivamente con enfermedades autoinmunes. Puede variar entre 30% y 60%.
Para aumentar la especificidad de un resultado ANA positivo, se suelen realizar pruebas adicionales como los ELISAS para identificar anticuerpos específicos (anti-dsDNA, anti-SM, anti-Ro/SSA, etc.) que también pueden estar asociadas con diferentes ETC.
Estas ELISAS tienen una sensibilidad entre un 20% a 80% dependiendo del anticuerpo. Su especificidad es alta, mayor al 95, lo que la hace muy útil para la confirmación de diagnósticos de alta complejidad.
Entonces, ¿cuál es la mejor herramienta para el diagnóstico de ETC?
Dependerá del contexto clínico del paciente. La IFI y la ELISA con sus ventajas y limitaciones mejoran notablemente la precisión diagnóstica cuando son usadas en conjunto.
Para la detección inicial en enfermedades autoinmunes del tejido conectivo, la IFI es la mejor herramienta, ya que tiene una alta sensibilidad para los ANA y puede señalar la presencia de una enfermedad autoinmune en general.
Para confirmar el diagnóstico y precisar la enfermedad específica del tejido conectivo, las pruebas ELISA son esenciales, ya que permiten identificar anticuerpos específicos con alta especificidad.