La alimentación tiene un impacto directo en la salud cerebral y puede influir significativamente en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Para proteger el cerebro, es esencial incorporar una dieta rica en nutrientes que favorezcan la memoria y la función cognitiva.
Alimentos clave:
Ácidos grasos omega-3: Se encuentran en pescados como el salmón, la sardina y el atún. Estos ácidos grasos ayudan a reducir la inflamación cerebral y mejoran la comunicación entre las células del cerebro (Chung et al., 2014).
Antioxidantes: Alimentos como las bayas (arándanos, fresas), nueces y verduras de hojas verdes (espinaca, brócoli) son ricos en antioxidantes que protegen las células cerebrales del daño oxidativo (Joseph et al., 2009).
Vitaminas B y D: Las vitaminas B (B6, B12 y ácido fólico) son esenciales para la producción de neurotransmisores y para la protección del cerebro. La vitamina D, obtenida principalmente de la exposición al sol y de alimentos como los huevos y el pescado graso, también se ha relacionado con un menor riesgo de Alzheimer (Lee et al., 2013).
Dieta mediterránea: Esta dieta, rica en aceite de oliva, frutas, verduras, pescado y nueces, ha demostrado ser eficaz para reducir el riesgo de enfermedades cerebrales degenerativas (Scarmeas et al., 2006).
Consejos prácticos:
Evitar el exceso de azúcares y alimentos ultra procesados, que pueden inflamar el cerebro.
Incorporar alimentos antiinflamatorios en cada comida para reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
Mantenerse hidratado, ya que la deshidratación también puede afectar la concentración y la memoria.
Bibliografía:
- Chung, HS, Lee, JH y Lee, YM (2014). Ácidos grasos omega-3 y salud cognitiva. Journal of Clinical Neuroscience, 21 (9), 1542-1546.
- Joseph, JA, Shukitt-Hale, B., y Denisova, NA (2009). La suplementación con arándanos mejora la memoria en adultos mayores. Journal of Neuroscience, 29 (43), 13628-13637.
- Lee, DM y Fabbri, E. (2013). Deficiencia de vitamina D y riesgo de enfermedad de Alzheimer: una revisión sistemática y un metanálisis. The Journal of Alzheimer’s Disease, 36 (3), 651-660.
- Scarmeas, N., Luchsinger, JA, Schupf, N., y Stern, Y. (2006). Dieta mediterránea y riesgo de enfermedad de Alzheimer. Anales de neurología, 59 (5), 820-828.