La aspergilosis invasora (AI) es una enfermedad fúngica con amplia distribución a nivel mundial, producida por hongos tipo moho del género Aspergillus que compromete la vida de pacientes immunosuprimidos, afectando a individuos de riesgo principalmente neutropénicos con una alta tasa de mortalidad relacionada con neumonía infecciosa y es una de las causas más importante de infecciones oportunistas respiratorias y diseminadas en otros pacientes inmunocomprometidos, con linfomas, trasplante de órganos, HIV-SIDA y corticoterapia.
En la infección a nivel sistémico, los conidios presentes en el ambiente ingresan por la vía respiratoria, provocando una infección en el tracto respiratorio inferior, invadiendo el tejido pulmonar con poca reacción inflamatoria. Los conidios se adhieren a la membrana basal pulmonar y germinan formando hifas tabicadas y ramificadas.
En los pacientes inmunosuprimidos, el hongo puede llegar a invadir varios órganos como la piel, el sistema nervioso central, ojos, hígado, riñones, entre otros.
El diagnóstico de aspergilosis invasiva se realiza por medio de la presencia de síntomas respiratorios y nódulos o infiltrados pulmonares observados en las imágenes radiológicas, tomografías computarizadas y apoyo diagnóstico de pruebas de laboratorio clínico convencionales y no convencionales.
El diagnóstico convencional se realiza a través de pruebas como la microscopía y el cultivo para hongos siendo el estándar, sin embargo, los cultivos presentan un alto porcentaje de resultados falsos negativos, con una baja sensibilidad llevado a un retraso en decisiones de tratamiento junto con un diagnóstico inoportuno que lleva a un aumento en las tasas de mortalidad.
Dentro del diagnóstico no convencional de aspergilosis invasiva se destacan los métodos para la detección del Galactomanano en suero y lavado broncoalveolar.
El galactomanano es un exoantígeno presente en las diversas especies de Aspergillus y su liberación al torrente sanguíneo se relaciona con la presencia de una infección tisular en el paciente, así como la proliferación del hongo. Se ha descrito que la detección del galactomanano es un marcador precoz de invasión fúngica, siendo útil para el inicio de la terapia antifúngica incluso en ausencia de manifestaciones clínicas, permitiendo un diagnóstico anticipado de aspergilosis invasiva en un intervalo de 6 a 14 días.
La prueba de Aspergillus galactomanano es un biomarcador validado para la detección temprana y monitorización de aspergilosis, formando parte de los criterios diagnósticos siendo la prueba de imunocromatografía (lateral Flow) la preferida por su fácil realización y oportunidad de reporte, acompañado de signos y síntomas clínicos llevan a la implementación de una terapia temprana adecuada para el paciente.
La prueba de flujo lateral sōna Aspergillus Galactomanano (AGM LFA) de IMMY es una prueba inmunocromatográfica para la detección cualitativa y cuantitativa de Aspergillus galactomanano en suero y muestras de lavado broncoalveolar.
Referencias:
Muestras respiratorias y precisión diagnóstica de los ensayos de flujo lateral de Aspergillus (LFA-IMMY™): datos de la vida real de un estudio multicéntrico. C. Lass-Flörl, G. Lo Cascio, Nucci, A. Lopes Colombo, M. Vossen, B. Willinger https://doi.org/10.1016/j.cmi.2019.08.009
Jani K, McMillen T, Morjaria S, Babady NE. 2021. Performance of the sōna Aspergillus galactomannan lateral flow assay in a cancer patient population. J Clin Microbiol 59:e00598- 21. https://doi.org/10.1128/JCM.00598-21.
Almeida-Paes, R.; Almeida, M.d.A.; de Macedo, P.M.; Caceres, D.H.; Zancopé-Oliveira, R.M. Performance of Two Commercial Assays for the Detection of Serum Aspergillus Galactomannan in Non-Neutropenic Patients. J. Fungi 2022, 8, 741. https://doi.org/ 10.3390/jof8070741